La fotografía del Monstruo del Lago Ness: Un fraude por venganza

A lo largo de la historia ha habido innumerables avistamientos del Monstruo del Lago Ness, datando el más antiguo del 565, nada menos que por San Columba, el evangelizador de Escocia. Los científicos han explicado estos testimonios como avistamientos de anguilas gigantes, esturiones o focas (estas tres especies conviven en el lago) o como ilusiones ópticas producidas por el reflejo de la luz en el agua. A pesar de esto, los avistamientos continúan en la actualidad y cada varios años una nueva foto o vídeo se hace viral. 

La célebre instántea de Nessie conocida como fotografía del cirujano. Fuente: Wikimedia Commons.

Sin duda la fotografía más famosa de Nessie es una de las primeras tomadas de la criatura. La imagen data de 1934 y fue enviada al Daily Mail por el coronel Robert Kenneth Wilson. De acuerdo con su testimonio, Wilson estaba mirando hacia el lago cuando vio aparecer al monstruo. Solo tuvo tiempo de hacerle dos fotografías antes de que volviera a desaparecer bajo la superficie del agua. Un año antes de la publicación de esta imagen, en 1933, se había propuesto que el Monstruo del Lago Ness podía ser similar a un plesiosaurio y la fotografía parecía confirmar esta teoría. Wilson pidió al diario que no revelara su identidad, por lo que el periódico dijo que la imagen procedía de un reputado cirujano, a pesar de que Wilson era, de hecho, ginecólogo. Desde entonces, se conoce a esta imagen como "la fotografía del cirujano". 

Durante cuarenta y un años la fotografía se utilizó como evidencia de la existencia de la criatura, pero fue refutada por expertos que consideraban que podía tratarse de un pez, un pájaro, una nutria e incluso un elefante. Lo que más sospechoso resultaba era que el animal parecía ser de pequeño tamaño. También se creyó que el negativo podía haber sido manipulado debido a una mancha que presentaban las dos imágenes, pero no podía descartarse que fuera un defecto del carrete. Robert Wilson se negó a hablar públicamente de la célebre fotografía durante el resto de su vida. 

Marmaduke Wetherell analizando las supuestas huellas de Nessie. Fuente: National Geographic.

La verdad no salió a la luz hasta 1975, cuando un hombre llamado Christian Spurling, contó al Sunday Telegraph que se trataba de un fraude. El verdadero autor de esta fue un cazador, Marmaduke Wetherell, que había trabajado para el Daily Mail. Durante un tiempo estuvo investigando unas huellas de Nessie que había cerca del lago, pero cuando fueron enviadas al laboratorio, resultaron ser de un hipopótamo. Algún bromista utilizó un paragüero en forma de pata de hipopótamo para dejar este rastro en el barro. En el periódico se burlaron de Wetherell por haber seguido este indicio claramente falso. La fotografía del Monstruo del Lago Ness fue su forma de vengarse por esta humillación. 

Wetherell pidió ayuda a su yerno, Christian Spurling, que creó una escultura con masilla y la colocó encima de un submarino de juguete comprado en los almacenes Woolworths. También contó con la ayuda de su hijo, Ian Wetherell, que compró los materiales necesarios así como con la de Maurice Chambers, un agente de seguros. El grupo sumergió la escultura en el lago Ness y tomaron las fotografías. Por lo visto, al ver que se acercaba un policía, Marmaduke Wetherell hundió el submarino en el lago de una patada para que no fuera descubierto. Cometida la falsificación, entregó los negativos a su amigo Robert Wilson, que según parece era un aficionado de las bromas pesadas. Y el resto es historia. 

El artículo del Sunday Telegraph en el que Spurling confesaba la verdad sobre la fotografía se perdió pronto en el olvido. No fue hasta 1999 con la publicación del libro Nessie. The Surgeon's Photograph Exposed cuando la noticia se hizo popular. El libro incluye no solo un facsímil del artículo del año 75 sino también entrevistas con Spurling, que aún seguía vivo en aquella época. 

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