Pierre Brassau, el artista que resultó ser un mono

Era el año 1964. Se había organizado una exposición de arte contemporáneo en la galería Christina de Götenborg en Suecia. Se daban cita todas las personalidades del mundo de la cultura y el arte. Junto a las obras de pintores ingleses, italianos, daneses, austriacos y suecos, se exponían cuatro pinturas de Pierre Brassau. Esta era la primera vez en la que se daban a conocer las obras de este pintor francés de la vanguardia hasta ahora desconocido. 

"Pierre Brassau" pintando. Fuente: Wikimedia Commons

En general, la crítica acogió positivamente sus dinámicas pinceladas. "Mientras que la mayoría de piezas eran “pesadas”, la obra de Brassau no. Brassau pinta con poderosas pinceladas, pero también con una clara determinación. Sus pinceladas se retuercen con un furioso fastidio. Pierre es un artista que actúa con la delicadeza de un bailarín de ballet" opinó el crítico Rolf Anderberg. Una de sus obras se vendió por $90 (en torno a unos $650 actuales). Un único crítico se burló del artista francés en los siguientes términos: "Solo un mono podría haber hecho esto". Resultó que el crítico no andaba desencaminado: Pierre Brassau era en realidad un chimpancé.

El periodista Åke "Dacke" Axelsson del Göteborgs-Tidningen y el artista Yngve Funkegård tuvieron la idea de exhibir obras de arte de un primate para ver si el público podía darse cuenta. Convencieron al guardián del chimpacé Peter del parque zoológico Borås Djurpark de que proporcionase material de pintura al animal. El chimpancé, provisto de tubos de pinturas, papeles, pinceles e incluso una paleta e incentivado con plátanos, cubrió de pintura su jaula, incluyendo los papeles. Parece que Peter tenía una preferencia por el color azul cobalto, debido a su atractivo sabor ácido. Axelsson y Funkegård escogieron las que consideraron sus cuatro mejores piezas y las enviaron a la sala de exposición atribuyéndolas al ficticio pintor inédito Pierre Brassau.

Cuando el engaño fue descubierto, lejos de sentirse humillado, el crítico Rolf Anderberg, que había alabado las cualidades del artista, se reafirmó diciendo que, mono o no, las pinturas de Brassau eran sin duda las mejores de entre las que se exhibían en la galería Christina de Götenborg aquel día. Reafirmó su orgullo a costa de insultar al resto de artistas expuestos. En cuanto al mono Peter, tras su breve trayectoria artística, fue transferido al zoológico Chester donde vivió hasta el fin de sus días. 

El mono Peter pintando en el zoológico. 

Este fraude de la obra del supuesto pintor Pierre Brassau no es el único caso en el que algún bromista ha tratado de burlarse de especialistas en arte contemporáneo. En 2005, se pidió a la directora del Museo de Arte Contemporáneo Estatal de Moritzburg en Sajonia-Anhalt, la doctora Katja Schneider, que identificase al autor de una pintura y ella propuso que podía tratarse de una obra del pintor abstracto alemán Ernst Wilhelm Nay, ganador del premio Guggenheim. La pintura, en realidad, venía de mano de una hembra de chimpancé de 31 años, que por lo visto disfrutaba con la pintura, a pesar de que su pareja destruyó la mayor parte de sus obras. Cuando se explicó esto a Schneider, respondió: "Ya me parecía que estaba hecho precipitadamente".

Aún otro caso ocurrió en el Salon des Indépendants de 1910. Junto a la obra de artistas como Cézanne, Gauguin y Pissarro se expuso una obra de J. R. Boronali. Se trataba en realidad de una pintura hecha por un asno al que habían atado un pincel a la cola, que movía vigorosamente mientras comía zanahorias. El nombre Boronali era un anagrama de Aliboron, el asno de una fábula de La Fontaine. En este caso, los artistas reaccionaron positivamente. Mikhail Larionov creó un grupo artístico llamado "La cola  del asno", entre cuyos integrantes estaba Malevich. 

Otro célebre mono artista fue Congo, del zoológico de Londres. El zoólogo y pintor Desmond Morris le entregó papel y lápiz para comprobar qué tipo de obras creaba. Pronto pasó a pintar grandes piezas con colores, normalmente en forma de abanico, en lo que algunos consideraron la técnica del impresionismo abstracto. Picasso adquirió una obra de Congo, al que admiraba. En 2005, sus obras se exhibieron junto a otras de Warhol y Renoir alcanzando un precio bastante elevado. 

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