La lobotomía de Rosemary Kennedy

A principios del siglo XX se popularizó la práctica de la lobotomía transorbital para tratar las enfermedades psicológicas. Esta consistía en introducir un objeto similar a un picahielos en el lagrimal del paciente, atravesando el cerebro para romper las terminaciones nerviosas. Ni que decir tiene que esta práctica por lo general tenía unas consecuencias nefastas para el paciente. Célebre por sus trágicas consecuencias fue el caso de Rosemary Kennedy, hermana mayor del presidente de Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy.

Rosemary Kennedy antes de la lobotomía

Rosemary tuvo necesidades especiales desde que era una niña. Una terrible casualidad hizo que el momento de su nacimiento coincidiera con una fuerte epidemia de gripe española y el doctor encargado del parto se retrasó. La enfermera recomendó a la parturienta Rose Kennedy que, aunque la cabeza de la niña empezase a aparecer, esta mantuviera las piernas cerradas y bien apretadas para evitar que el parto llegase antes que el doctor. Obedientemente, Rose Kennedy se esforzó en retrasar el nacimiento durante dos horas. Esto resultó en una privación de oxígeno del bebé que tuvo consecuencias en su capacidad de aprendizaje: Rosemary tuvo dificultades para leer y escribir hasta la edad adulta.


Además de esto, pronto se convirtió en una niña rebelde con fuertes cambios de humor y rabietas violentas. Con la edad, su temperamento empeoró, lo que llevó a que su familia la internase en un convento, del que se escapaba con frecuencia para encontrarse con hombres. Su padre, el empresario y diplomático Joseph P. Kennedy, temía que la actitud de Rosemary pudiera perjudicar la carrera política de su hijo, especialmente si esta se quedaba embarazada. 


En 1941, cuando Rosemary Kennedy tenía 23 años de edad, su padre la llevó a ser tratada por el Doctor Freeman. Este le practicó una lobotomía transorbital sin el conocimiento de su madre, que se había opuesto al procedimiento. Su padre, sin embargo, estaba convencido de que la lobotomía conseguiría que su hija alcanzase la capacidad intelectual de sus hermanos y mejoraría su carácter. Después de realizar la operación, no obstante, resultó evidente que había salido mal. Como consecuencia del procedimiento, Rosemary perdió la capacidad de andar y hablar, empezó a sufrir de incontinencia y su edad mental se volvió equivalente a la de un niño de dos años. Tras el fracaso de la operación, su padre la internó en el centro psiquiátrico de Craig House en 1949 bajo el pretexto de que tenía un retraso mental. Nunca más volvió a verla. Los médicos que la trataban consideraron que si Rosemary recibía visitas, éstas producirían un efecto negativo en su estado de salud. La joven Kennedy pasó 12 años sola, sin poder ver a ninguno de sus seres queridos.


Rosemary Kennedy antes de su internamiento

Hasta 1961, con la muerte de Joseph P. Kennedy, no se descubrió que Rosemary se había sometido a una lobotomía ocular. Sus hermanos, creyendo la versión que les había dado su padre, pensaban que se esta había mudado y que había encontrado trabajo como profesora en otro estado. Cuando supieron lo ocurrido, trataron junto a su madre de compensar los años de confinamiento y soledad con numerosas visitas e invitando a Rosemary a pasar las vacaciones con ellos. Rosemary Kennedy murió en 2005 a la edad de 86 años.


Parece que la tragedia sirvió de inspiración a los hermanos de la reclusa. John F. Kennedy se esforzó durante su presidencia en mejorar las condiciones de aquellos que sufren de enfermedades mentales y Eunice Kennedy Shriver creó los juegos paralímpicos. Se fundaron, además, numerosos hospitales y organizaciones benéficas a su nombre. Aunque el impacto de su legado ha sido positivo, Rosemary fue una víctima de una práctica quirúrgica peligrosa y terrible que tuvo que sufrir por padecer una enfermedad mental y tener un comportamiento apartado de la normalidad femenina de la época.



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